En el Foco es una sección de YANMAG que recomienda el trabajo de profesionales que nos interesan y cuya trayectoria recomendamos seguir
«La fotografía ha sido mi mayor asidero, un refugio ante la soledad y el arte que mejor me ha permitido comprenderme a mí misma«
María Astrea es fotógrafa afincada en el País Vasco. En su trabajo encontramos autorretratos íntimos, retratos de personas de su entorno, objetos en una habitación, animales, plantas y luces. Son fotografías del contexto de su propia vida, de los seres vivos o inanimados que la rodean. María Astrea busca la relación entre sus fotografías y en sus dípticos las imágenes dialogan entre ellas o se complementan, una alquimia que despierta en el espectador que las contempla emociones inesperadas. Todas sus imágenes tienen la atmósfera y textura de una manera de ver el mundo única, cálida y sugerente.
Gustavo Alemán, gestor cultural, editor de Fuego Books y promotor de la Beca Fuego de proyectos fotográficos, describe lo que para él es el trabajo de esta artista:
«El trabajo de María Astrea nos transporta a un mundo fuera del tiempo. Un singular universo bajo el que se agitan corrientes subterráneas. La belleza de las imágenes sirve apenas de bálsamo ante la oscuridad a la que aluden, una tierra de sombras que asalta especialmente a sus personajes infantiles, ensimismados frente a terrores que apenas comprenden. La estética de su obra no se antoja un fin en sí misma, sino una llave para hacer más llevadero lo turbulento de los sentimientos que laten justo al borde del encuadre. Desconocemos qué ocurre exactamente, pero una y otra vez nos alcanza el mismo pensamiento recurrente: algo no va bien.
Con María Astrea como guía a ese espacio incierto e intenso, sentimos el placer de un escalofrío al adentrarnos en esas aguas. Aún con el temor latente de que un día no seamos capaces de volver.»
Conversamos con esta interesante artista cuyo trabajo nos entusiasmó por su altísima calidad.
Entrevista con María Astrea
– ¿Qué es la fotografía para ti y cuándo empezaste a fotografiar?
Siempre me cuesta responder a esta pregunta porque tiendo a ponerme un poco intensa, pero la verdad es que durante mucho tiempo la fotografía ha sido mi mayor asidero, un refugio ante la soledad y el arte que mejor me ha permitido comprenderme a mí misma.
Empecé de forma casual, con unos 20 años, mientras estudiaba el Grado Superior en Interpretación de lengua de signos. Allí conocí a una compañera a la que le gustaba la fotografía y un día, pasando el rato en su casa, me hizo una sesión de fotos. Lo cierto es que no me había interesado la fotografía hasta entonces pero siempre que hacíamos un plan la cámara estaba presente y empecé a sentir curiosidad. Decidí comprarme una réflex, -la más sencilla que había por entonces- y comencé a experimentar. Colocarme detrás de la cámara supuso para mí una forma de percibir y de estar en el mundo que no había conocido hasta entonces.
«Colocarme detrás de la cámara supuso para mí una forma de percibir y de estar en el mundo que no había conocido hasta entonces»
– ¿Qué motiva que quieras fotografiar y cuáles son los temas que te interesan?
Para mí la fotografía empezó siendo un juego pero en poco tiempo trascendió a algo mucho más significativo.
Las fotografías que tomaba reflejaban el proceso psicológico en el que estaba inmersa y creo que durante mucho tiempo eso fue lo que me motivó para seguir trabajando.
Al juntar mis imágenes comprendí que estaba hablando de temas que no tenía resueltos, especialmente la muerte de mi padre, que sucedió cuando yo era una niña.
En cuanto a las temáticas que me interesan hay muchas (diría que especialmente la infancia) y me encanta profundizar en ellas a través de la imagen. Desde las historias más personales hasta las más universales, lo que más admiro de la fotografía es que, por una lado me permite explorar el mundo y al mismo tiempo mis propias emociones.
«Las fotografías que tomaba reflejaban el proceso psicológico en el que estaba inmersa»
– ¿Tienes ideas previas sobre las fotografías que quieres hacer o improvisas sobre la marcha?
Mi forma de trabajar es una combinación entre ambas cosas. Suelo tener algunas ideas antes de una sesión pero no se me da nada bien dirigir así que todo acaba siendo más espontáneo de lo esperado y es de ahí de donde salen los mejores resultados.
Como ya he comentado, me interesa mucho la infancia y siempre me ha resultado más fácil trabajar con niños que con adultos, por eso, a veces utilizo distintos elementos para jugar, como botes de humo o ropa diferente. La mayoría de mis fotografías están realizadas en mi entorno más cercano, paisajes próximos a mi casa y modelos con los que tengo una relación estrecha (mis sobrinos o hijos de amigas, principalmente).
También es cierto que, tras una crisis creativa bastante larga, mi forma de trabajar ha cambiado. Después de mucho tiempo sin fotografiar, volví a coger la cámara pero de forma más pausada. Sigo fotografiando mi entorno pero ya no busco crear escenas, aunque es una forma de trabajar que me sigue atrayendo mucho y no descarto retomarla.
«Después de mucho tiempo sin fotografiar, volví a coger la cámara pero de forma más pausada»
– Una de las características muy interesantes de tu trabajo son los dípticos. ¿Qué relaciones encuentras entre las imágenes?
En mi caso los dípticos surgen de forma espontánea. Es cuando reviso el material cuando encuentro relaciones entre las imágenes y disfruto mucho jugando con ellas. Las junto, las mezclo, reutilizo fotografías antiguas y para mí es una fórmula muy eficaz para crear relatos diferentes.
Además -aunque esto ya sea una experiencia más personal- crear dípticos es algo que me relaja mucho y me hace olvidar un poco el ritmo del día a día.
«Las junto, las mezclo, reutilizo fotografías antiguas y para mí es una fórmula muy eficaz para crear relatos diferentes»
– Muchas de tus fotografías son autorretratos, ¿cómo es para ti trabajar con tu propia imagen?
Creo que, de una u otra forma, casi todos los artistas han experimentado con su propia imagen. Puede convertirse en una pulsión, en una forma de cuestionamiento hacia uno mismo, hacia el mundo, y en otras, en cambio, el autorretrato es la respuesta.
En mi caso, trabajar con mi propia imagen fue consecuencia de la soledad.
Después de vivir un tiempo en Barcelona tuve que volver forzosamente a Bilbao y en ese regreso perdí muchas cosas, -incluida yo misma-. Creo que fue en ese momento cuando empecé a retratarme.
Todas las imágenes están tomadas en la que era mi habitación, -mi refugio-, y la cámara se convirtió en un elemento muy importante en mi proceso de curación. Fotografiarme me ayudaba a existir, me sostenía.
«trabajar con mi propia imagen fue consecuencia de la soledad»
– En tu proceso de trabajo ¿cómo eliges las fotografías después de una sesión?
Como trabajo en digital puedo ver las fotos en el momento o hacer un repaso rápido tras la sesión, pero la edición final la hago viendo las imágenes en el ordenador.
También es importante para mí que haya cierta conexión entre las fotografías que selecciono, no sólo las de una misma sesión, sino que las nuevas tomas me sirvan para crear relatos con fotografías que haya hecho anteriormente.
«es importante para mí que haya cierta conexión entre las fotografías que selecciono»
– ¿Cómo puede adquirirse tu trabajo?
En ocasiones he vendido obra suelta pero mi idea siempre ha sido condensar mi trabajo en un fotolibro o mostrarlo en una exposición. Comencé el proyecto del libro hace un tiempo pero ahora mismo estoy centrada en fotografiar para mí y en volver a disfrutar de la cámara, por eso, la mejor manera de conocer lo que hago es a través de mis redes sociales.
Se puede contactar conmigo vía Instagram @maria_astrea o por email.
– ¿Qué proyectos te gustaría realizar en el futuro?
Me gustaría mucho cerrar en forma de fotolibro el trabajo que empecé sobre la muerte de mi padre. Tuve la inmensa suerte de que el gran Paco Llop se interesara por mi trabajo y estuvimos en contacto un breve periodo de tiempo pero, lamentablemente, las circunstancias no hicieron posible que el proyecto saliera adelante.
También me encantaría trabajar conjuntamente con alguna de las muchas fotógrafas a las que admiro, que además de ser mis referentes, algunas se han convertido también en grandes amigas.
– Un deseo que te gustaría que se hiciera realidad.
A nivel personal estoy en un momento muy feliz y aunque suene a tópico, no cambiaría prácticamente nada. Si tuviera que pedir un deseo en ese sentido sería mejorar laboralmente.
Por otro lado, a nivel general sí que tengo muchos deseos que ojalá se hicieran realidad, como que Israel detenga el genocidio que está cometiendo contra el pueblo palestino.
Más información
María Astrea – Instagram
Contacto: mariaastrea87(at)gmail.com
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