En el Foco es una sección de YANMAG que recomienda el trabajo de profesionales que nos interesan y cuya trayectoria recomendamos seguir
Fernando Muñoz Villarejo es arqueólogo y fundador de Miscelanea + Patrimonio, nombre bajo el que realiza diferentes proyectos para instituciones públicas y privadas. Especialista en el periodo de la Prehistoria, su trabajo se adapta a las necesidades que requiere cada investigación del terreno, incluyendo numerosas disciplinas y herramientas de diferentes disciplinas que completan cada estudio. Aboga por una mayor difusión del trabajo arqueológico para que sea valorado y defendido por la sociedad, donde además sean más conocidos los gestos que las gestas.
- ¿En qué momento comenzaste a interesarte por la arqueología y cuándo decidiste que sería tu profesión?
Desde pequeño siempre me interesó la Historia y también las novelas de aventuras, creo que esa conjunción me fue derivando hacia la arqueología. Y he de reconocerlo, la película de Indiana Jones me encantó. Es cierto que luego no tiene nada que ver con la realidad, pero en aquel momento me pareció fabuloso hacer algo así.
- ¿Cuáles han sido y son tus referentes en la materia?
Afortunadamente he tenido muy buenos profesores y profesoras de Historia tanto en EGB como después en el Instituto. Durante la carrera también hubo personas que me influyeron muchísimo, dar nombres sería ser injusto con el resto de los profesores, pero creo que debo decir que durante los años que estudié en León, el profesor de Prehistoria Federico Bernaldo de Quirós y luego en la especialidad en Madrid con Marisa Ruiz-Gálvez me influyeron mucho, lo que después hice con esa influencia ya es cosa mía, pero son dos referentes. Luego he tenido excelentes maestros en el trabajo diario, gente que empezó antes que yo y me han enseñado muchísimo (ellos saben quienes son). Pero también intento aprender de la gente más joven con la que trabajo, son personas muy bien formadas de las que siempre se aprenden cosas.
– Te especializaste en Prehistoria dentro de la Licenciatura de Geografía e Historia de la UCM pero tus publicaciones también abarcan otros periodos históricos ¿cómo es la adaptación a cada proyecto?
En León no teníamos especialidad de Arqueología o de Prehistoria, así que como tenía claro que me interesaba la Prehistoria tuve la opción de hacer la especialidad en la UCM, y he de decir que fueron unos años fabulosos, en los que conocí a mucha gente con la cual a día de hoy sigo en contacto. Pero una cosa es lo que estudias y otra es la deriva profesional que te marcan los yacimientos. En mi caso he excavado pocas cosas de Prehistoria y me he centrado mas en períodos históricos. Al excavar en yacimientos urbanos como León o Astorga que arrancan en época romana, lo que tenemos es una ocupación que se desarrolla a lo largo de 2000 años de historia.
– Eres fundador de Miscelánea + Patrimonio, donde desarrollas investigaciones en arqueología urbana, especialmente en la zona de León y Astorga ¿en qué proyectos estás trabajando actualmente?
Estoy terminando una excavación al pie de las murallas de León, en la “era del Moro” donde el ayuntamiento de León tiene previsto abrir una nueva zona peatonal y también recientemente he finalizado una actuación arqueológica en la antigua ciudad astur-romana de Lancia con el Instituto Leonés de Cultura. De aquí en adelante, pues ahora viene la fase de estudiar todos los materiales que hemos ido recogiendo, hacer los inventarios, los estudios, los informes, y también seguir con otro tipo de actuaciones en la ciudad.
- También realizas investigaciones en arqueología de la arquitectura ¿en qué consiste?
La arqueología de la arquitectura es un campo de investigación en el cual nuestro país tiene grandísimos representantes. En pocas palabras, esta disciplina entiende el edificio histórico como una suma de diferentes acciones que se han ido realizando durante la existencia del mismo. Es decir, si ha habido reformas, reparaciones, zonas que se han tirado y se han sustituido por otras, ventanas que se han cegado por que se iba a hacer una pared nueva, puertas tapiadas, etc. La suma de las actuaciones sobre el edificio nos cuenta la historia del mismo, y es un elemento importante a la hora de la toma de decisiones por ejemplo si se va a efectuar una restauración.
– ¿Qué dificultades se presentan en las excavaciones y cómo se solventan?
Pues dificultades, en ocasiones muchas, otras veces pocas. Cuando excavas en ciudades puedes tener conducciones, servicios en funcionamiento, edificios a los lados que no sabes que cimentación tienen. Otras veces quien te contrata o algunos sectores de la opinión pública no ven con buenos ojos lo que haces y piensan que sólo eres un estorbo y un retraso para las obras. La manera de vencer las dificultades, pues paciencia, buen hacer, diálogo, como para casi cualquier adversidad.
– Eres defensor y difusor del software libre, especialmente en su aplicación a la arqueología ¿de qué manera se utiliza en esta disciplina?
En nuestro trabajo nos pasamos más horas frente al ordenador que excavando. Esto es así. Incluso a veces nos llevamos equipos informáticos a las excavaciones. El uso del software libre te libera de tener que estar pirateando programas o instalando cosas que en tu ordenador que no sabes que información van a proporcionar a quien. El Software Libre está testado por la comunidad, y te proporciona lo que se denominan las cuatro libertades del software (al mejor modo de Asimov y las leyes de la robótica):
Libertad 0: Poder usar el programa con cualquier propósito.
Libertad 1: Poder estudiar cómo funciona el programa y poder modificarlo.
Libertad 2: Poder distribuir copias del programa.
Libertad 3: Poder mejorar el programa y poder compartir dichas mejoras para beneficio de todos.
Es decir, alguien puede coger el código de un programa o de un sistema operativo, adaptarlo a sus necesidades y distribuirlo, de manera gratuita o no, libre no siempre es gratis. Por poner un ejemplo, hace años, un grupo de personas creó ArcheOS un sistema operativo libre enfocado a la arqueología, desgraciadamente no ha tenido continuidad, pero el software libre sigue presente en la arqueología con los congresos ArcheFOSS (Free Open Source Software) y creo que es un camino que hay que fortalecer, no sólo como arqueólogos y arqueólogas, sino como usuarios de software.
– Eres también creador de la web Arqueosellos ¿en qué consiste el proyecto y qué tipo de colaboraciones buscas?
Arqueosellos es mi pequeña válvula de escape. La filatelia te permite viajar sin salir de casa, conocer sitios alejados, ver monumentos, ver también el trabajo de los artistas grabadores de los sellos, en resumen, es como un oasis. De pequeño coleccionaba los sellos que llegaban a casa, luego fui dejando la afición hasta que decidí buscar algo, un hobby, y como me dedico a la arqueología, pero es que además me gusta, pues decidí unir filatelia y arqueología. Además pronto encontré una gente estupenda en el mundillo filatélico lo que hizo que fuese profundizando un poco más. Mi idea es hacer una web (arqueosellos.org) donde las personas que tengan un poco de curiosidad por el pasado, y por el coleccionismo de sellos puedan tener información. En este sentido cualquier colaboración es bienvenida ya que no se puede saber de todo y yo tengo muchas lagunas de conocimiento. Por poner un ejemplo, imagina que tu sabes un montón de cerámica griega, yo no tengo ni idea, y te apetece escribir algo sobre la cerámica griega en la filatelia, pues nada, ahí estaría un sitio donde poner ese trabajo. Pero sin obligaciones, es mas un hobby, algo para disfrutar, tampoco me quiero imponer plazos en actualizar la web por que lo empezaría a ver como una obligación y perdería el encanto que ahora tiene para mí.
- ¿Qué ha cambiado en tu forma de pensar respecto a la historia y su interpretación tu experiencia profesional?
Pues todo. Cuando excavas, que es tal vez la visión que más se tiene de nuestro trabajo, estás viendo la cotidianidad de las gentes que vivieron en ese lugar antes que nosotros. Estás viendo lo que dejaron, muchas veces la basura, pero también un tipo de historia que no ha pasado por el tamiz de las fuentes escritas por que muchas veces es la vida de los que no aparecen en los libros de historia. Yo siempre digo que somos (o deberíamos ser) más de gestos y menos de gestas. De ver el día a día de ese pasado.
– A tu juicio ¿qué formación debe tener un arqueólogo?
Pues un poco como una navaja suiza, es decir, tenemos que saber de lo nuestro, pero a día de hoy tenemos que saber de muchas otras disciplinas. No hace falta ser expertos, pero sí tener una noción básica. Lejos han quedado ya los tiempos de la arqueología como algo cerrado, ocupado de sus tipologías cerámicas o de las piezas bonitas. A día de hoy, nuestro trabajo tiene una importante carga informática, bases de datos, modelos en 3D, fotogrametrías, trabajamos con otros profesionales como arquitectos, geológos, expertos en fauna, las dataciones que hacemos de C14 o termoluminiscenia se hacen por laboratorios, es decir, debemos tener un conocimiento básico de muchas cosas, al menos saber cómo funcionan. Y no te digo ya si eres autónomo o tienes una pequeña empresa, ahí nos igualamos con el resto de trabajadores y trabajadoras a la hora del “papeleo”.
– ¿Qué recomendarías a una persona que quiera ser profesional de la arqueología y que empiece su andadura en este momento?
Pues lo primero humildad, decía Sagan que la astronomía es una experiencia de humildad, la arqueología también lo es. Hay que acercarse al pasado intentando dejar nuestras ideas preconcebidas de lado e intentar leer lo que la tierra y los materiales que aparecen nos están contando. Esta sería la actitud. Luego, estudiar, estudiar siempre y no cansarse de aprender y darse cuenta que cuanto mas crees que sabes, es más lo que ignoras.
– ¿Qué proyectos te gustaría realizar en el futuro?
En lo personal, viajar, conocer sitios. En lo profesional, intentar dar a conocer a la sociedad los resultados de muchas intervenciones arqueológicas que terminan siendo un expediente técnico en un archivo y de ahí no sale. Que se respete un poco mas la profesión y esto sólo se consigue explicando mejor lo que hacemos, no somos los que paramos las obras. Las personas que se dedican a este trabajo tienen una sólida formación detrás y están preparadas para intervenir en los restos materiales del pasado, y ese pasado puede tener 50 años o 150.000. Creo que no se ama lo que no se conoce, ni se defiende lo que no se ama, como profesionales, debemos de ser capaces de transmitir ese aprecio hacia el pasado y las gentes que vivieron aquí antes de que estuviésemos nosotros, con sus grandezas y sus miserias.
Más información
Fernando Muñoz Villarejo – Miscelanea + Patrimonio
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Fotografías: Maria Edén Fernández Suárez – Instagram
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