3 mayo, 2022 / 8x8
Patricia Mayoral - Artista Plástica
8×8 (infinito x infinito) es un proyecto curatorial de entrevistas a mujeres artistas y gestoras culturales dirigido por Andrea Perissinotto con la colaboración de YANMAG
«Me interesa la relación con las personas, me gusta pensar en mis fotos como el fruto de un encuentro»
Elisa Miralles se arriesga en la búsqueda sobre la identidad propia a través de una obra sugerente y sin artificios. Fotografías donde surge el verdadero yo entre distorsiones, reflejos y destellos. Cuerpos que se arquean y se transforman de la manera más cruda y sincera. Una obra para llegar al núcleo del ser, que se muestra primitivo, poderoso y ardiente.
Andrea Perissinoto sobre la obra de Elisa Miralles:
«Se abre un rectángulo verde en medio de la noche, en lo negro de la materia más inquieta, donde prospera la duda y pica la garganta. Un desconocido amándote despacio. Una risa liberadora y duradera; una risa de haberlo disfrutado todo. ¡Grítale a la cara hasta que le duela la piel! Y no te quedes con ningún deseo desatendido. Este es un espacio inédito y a la vez tan reconocible que parece haber estado cazándote durante mucho tiempo, mientras se hacía con tus proezas para poblar sus tierras, diseñadas encima de ti, dejándote una herencia de cenizas y sed.
No hay suficiente caos para poder desordenar todas tus inseguridades, así que vas a recogerlas de una en una, antes de sentarte de nuevo. Allí, incrédula y titubeante, miras a tu enfado o a algunas de sus posibles conjugaciones, inflando y desinflando un globo de rencor acumulado en los pulmones. Tras tanta contaminación no podrás seguir andando y te tendrás que parar otra vez, antes de lamerte de nuevo. La inercia de una gacela corriendo sin rumbo, huyendo de sus malas palabras para acabar rompiéndose en un insomnio tan frágil que es casi un sueño. Pero no estás durmiendo, te estás apoderando de ti misma.
No hay suficiente sangre para saquear el furor de un volcán, y cuando te revienta todo el cuerpo, te dejas invadir por la pólvora de una guerra que en su momento no luchaste, mientras que ahora sí, ahora esperas a que te alcance otra batalla, por la que sí estarás dispuesta a estallar. Prepárate. Bébete toda su saliva y riégale con tu luz dorada, porque cada lentejuela de tu pudor apartado, brillará en la armadura de la fiera que eres. La loba que eres.
Loba es el título del proyecto más reciente de Elisa Miralles, quien explora, en esta serie fotográfica, la figura de una mujer universal, que es libre de conectar con su instinto más profundo, tras haber estado «contenido y dominado por la cultura, la religión y las convenciones sociales grabadas en nuestro ADN desde que nacemos», según sugiere la propia artista. Esas ideas preconcebidas, ese duelo asimilado con injusta naturalidad, se convierten en lágrimas de fuego: un volcán en erupción y, por otro lado, un mar acogedor donde los cuerpos parecen encontrar cobijo.
Dentro del agua se dispersan los chillidos, los estrépitos que llenan la cabeza… de repente, no hay sonido más dulce que el latido de la conciencia: una pirueta hasta el fondo de la vergüenza, para darse cuenta de que, realmente, no hay nada que reprocharse. Porque no hay engaño, no hay delito en el mero hecho de quererse; no obstante, el camino hacia esa seguridad y la conciencia de ese hecho pueden convertirse es un laberinto de enemistades, un túnel de voces familiares que sabotean cualquier intento de independencia.
Sin embargo, Elisa Miralles nos rescata con unas imágenes que se tiñen de una fuerza regeneradora, e incluso donde hay destrucción, esa ferocidad, esa energía, se canalizan hacia otro estado: de plenitud, de lucidez, y es así como la artista, desde la materia más prima, se sitúa en el lugar del estar, donde los cuerpos se ensalzan en un vaivén constante de aullidos y afonías. También se alían, se apoyan entre ellos, de forma silenciosa o incluso sin que haya contacto siquiera, tan solo el hecho circunstancial de compartir un lugar se transforma en la trinchera tras la cual tener conciencia de una victoria que quizá sea fugaz, pero merecedora de ser alabada.
De alguna manera, estamos delante de una mujer que se quiere conocer, que está intentando hallarse en una metamorfosis que a veces parece ser aterradora al igual que ineludible, imperiosa, vital, erótica, opulenta o comedida, pero su proyección es siempre hacia delante. Y la luz está de su parte, incluso en la ausencia, en la nada, en la soledad, esa luz genera una sombra protectora que la abraza y no la suelta, como si fuera una máscara, como si hubiese un cuchillo afilado que nos mantiene a la justa distancia.
Que se agarre el espectador, ya que no es una brisa cualquiera, señores, este es un vendaval que vimos venir, que nos arrastra al suelo, no sin antes avisarnos de su temeridad. Y ella, ella quisiera que el viento le hablara más fuerte, que la lava rozara la delicada brutalidad de la conciencia, defensa y fuerza de la vulnerabilidad, el poder y la sensibilidad de la estabilidad.
Pero no está a gusto con la quietud y este no es discurso pasajero: necesita explotar, contaminarse, explorarse… Esa mujer se hace cargo de sus miedos y desliza sus dedos por todos los recovecos de sus años, hasta llegar al día de hoy. Y el día de hoy es el día de la loba.»
ENTREVISTA CON ELISA MIRALLES
– ¿Cómo definirías tu obra?
Me interesa la relación con las personas, me gusta pensar en mis fotos como el fruto de un encuentro que siempre me deja un poso de mayor sabor que la propia imagen resultante. Mi fotografía es un reflejo de mis intereses, mis emociones y dudas de la etapa que estoy viviendo. Actualmente me interesa mucho hablar del cuerpo propio y ajeno, la construcción de identidades y la cosificación desde una perspectiva feminista
– ¿Tu obra tiene un sentido vinculado a la temática de la mujer o por el contrario tiene un carácter más universal?
Sí, fundamentalmente mis dos últimos proyectos, WANNABE y LOBA, están vinculados con la mujer, su cuerpo y sus deseos frente a la presión social que dicta unos estereotipos que hay que cumplir.
Actualmente estoy trabajando con la fotógrafa Lurdes R. Basolí en un proyecto colaborativo, #serlobas, que comenzó como un dueto y ahora quiere dar voz a mujeres que mediante fotografías quieran explorar otra mirada hacia sus propios cuerpos, y construir juntas un imaginario que se aleje del impuesto por la sociedad patriarcal. Trabajamos a través de @serlobas en Instagram y una web propia (serlobas.es). Nos interesa un proceso de trabajo pausado y cuidado del que vaya surgiendo una polifonía visual.
Para continuar e impulsar esta creación colectiva estamos preparando una segunda edición del taller Ser Lobas en Madrid, que se realizará en mi estudio, los días 3, 4 y 5 de junio. Puede encontrarse toda la información del taller en la web del proyecto y en Instagram.
– ¿De qué proyecto de los que has realizado te sientes más orgullosa hasta el momento?
Tengo un especial apego a mi primer trabajo, Recuerdos sin memoria, porque documenté el día a día de mi abuela enferma de Alzheimer.
Se creó un vínculo muy especial entre nosotras.
Fotografiar su situación fue un duelo anticipado para mí, y una manera de expresar lo que no sabía decir con palabras.
– ¿Qué proyectos te gustaría realizar en el futuro?
Hay temas que me interesan mucho como la forma en que el cuerpo registra el paso del tiempo frente a la obsesión por la juventud. Mi trabajo evoluciona conmigo y ahora mismo siento la necesidad de liberarme de los tabúes y estereotipos impuestos por la educación y los medios.
– ¿Es más complicado para una mujer artista desarrollar su carrera que para un hombre?
Es más complicado para una mujer desarrollar cualquier carrera que para un hombre. Confío en que esto cambie a medio plazo, en España cada vez hay más conciencia y más activismo en el Arte, podemos verlo en artistas como Elena González Torres, Verónica Ruth Frías o María Gimeno, cuya obra reivindica a las artistas invisibilizadas a lo largo de la historia. Gracias a ellas tenemos muchos más referentes que nos ayudan a crear desde otro lugar.
– ¿Qué aconsejarías a una mujer artista que comienza en este momento?
Que se apasione con lo que hace, que sea persistente, y sobre todo que confíe en su trabajo, en su intuición y en lo que ella necesite contar.
– ¿Qué mujeres artistas han sido referentes para ti y en tu trabajo?
Como fotógrafa Diane Arbus.
Además las surrealistas: Unica Zürn, Leonora Carrington, Dorothea Tanning y Leonor Fini.
Las escritoras Anaïs Nin y Marguerite Duras.
– ¿Qué mujeres artistas recomendarías conocer?
A parte de las que he mencionado antes, otras mujeres contemporáneas que me inspiran cada día como Jocelyn Lee, Katrin Koenning, Robin de Puy, Laura Silleras, María Bastaros, Paula Bonet y por supuesto Lurdes R. Basolí.
Más información
Elisa Miralles – Instagram – Vimeo
Proyecto Ser Lobas – Serlobas.es – Instagram
Fotografía de Elisa Miralles realizada por Estela de Castro
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