Entrevistas

El fotógrafo Fernando Puche inauguró ayer La tierra baldía en la Real Sociedad Fotográfica. Esta exposición rinde tributo al enigmático poema de T. S. Eliot titulado The waste land (1922) (La tierra baldía), a veces oscuro y que se enfrenta literariamente al desencanto, pero que también guarda un sentimiento de esperanza detrás de la pregunta: «¿Será esta huida hacia adelante el preludio de un nuevo comienzo?». La exposición podrá verse hasta el día 10 de enero de 2026.

Fernando Puche presenta una obra fotográfica de enorme calidad, elegante, minimalista y precisa. Nos muestra paisajes secos, aparentemente desolados, de una increíble belleza, donde a veces se encuentran los signos del paso de los humanos. El color de cada fotografía es único, pues trabaja en diferentes horas del día y capta tonalidades distintas, gamas de colores sutiles que transforman cada volumen del terreno. Puche ha fotografiado con cámaras de placas basándose en el trabajo de los fotógrafos clásicos de paisaje como Ansel Adams. Según el autor: «Fotografiar con cámaras de placas requiere mucha preparación, son herramientas pesadas y complejas, pero esta limitación también es buena porque permite concentrarse y hacer menos fotografías». Para él la localización del paisaje no es lo relevante en las fotografías, sino la forma en la que lo habita y se relaciona con ese espacio.

Fernando Puche lleva cuarenta años haciendo fotos de paisajes. Como dice él: «ha tenido la suerte de publicar y exponer su obra en numerosas ocasiones, así como de publicar artículos en diversos medios, ofrecer conferencias e impartir cursos». Al final, ha terminado publicando varios libros con sus fotografías y sus reflexiones. Maneras, dice: «de mantener la cabeza ocupada y de intentar seguir creciendo como fotógrafo, pero también como persona, porque ambas cosas son inseparables.»

En la inauguración se rodeó de numerosos amigos y profesionales de la fotografía.

Más información

Fernando Puche – Su entrevista en YANMAG

La tierra baldía en la Real Sociedad Fotográfica – The waste land (1922) de T. S. Elliot