Pilar Montoya – Clavecinista, Directora de Orquesta y Bailarina Histórica

«Me doy al 100% para conectar con ese público, acercarme, romper la barrera entre el escenario y la audiencia»

Pilar Montoya – Clavecinista, Directora de Orquesta y Bailarina Histórica

Pilar Montoya es una artista pluridisciplinar especializada en música antigua. Intérprete de clave y órgano, combina esta profesión con la dirección de orquesta, la dirección artística de la compañía «Los Comediantes del Arte»,  la investigación y la docencia. Su amplia formación en España y Suiza hace de esta profesional una todoterreno que afronta todas las disciplinas con la rigurosidad que exige cada una de ellas, pero siempre con una mirada abierta a la creación contemporánea.

Pilar nos habla en esta entrevista de su día a día en el trabajo, de la intensidad con la que vive cada una de sus facetas artísticas, siempre con una sonrisa en el rostro que transmite su amor y su entusiasmo por la profesión.

 

– ¿En qué momento decidiste que la música sería tu profesión?
Fue durante mi etapa universitaria. Me gusta contar esta anécdota. Estaba estudiando un examen de termodinámica química. Delante de los apuntes de repente me paré y me hice esta pregunta: “Pilar, ¿qué haces hoy domingo por la tarde estudiando esto? ¿qué quieres ser?” Y estuve dos o tres segundos pensando hasta que dije: “Músico, ¿no? ¡Pues vamos!”, (risas)…y cerré los apuntes, los guarde en un cajón junto con el resto de los libros, ¡¡ aún siguen ahí !! En los días siguientes estaba un poco nerviosa porque tenía miedo y dudaba de haber tomado el rumbo adecuado pero ahora con la perspectiva de los años y a pesar de que también me gustaba mucho estudiar ciencias puedo decir que acerté y que no me arrepiento ni un instante de aquel momento que recuerdo tan nítidamente. Y quisiera añadir que al  tomar esa decisión conté en todo momento con el apoyo incondicional de mi familia.

 

Pilar Montoya para YanMag
Fotografia YanMag

 

«Me hice esta pregunta:  «¿Qué quieres ser?»  “Músico, ¿no? ¡Pues vamos!” tenía miedo y dudaba de haber tomado el rumbo adecuado pero no me arrepiento ni un instante de aquel momento»


– ¿Por qué te decantaste por la música antigua?
Porque este es el  repertorio que más me conmueve y que más cercano siento. Desde que comencé a estudiar música siempre tuve una predilección muy especial por los repertorios de los siglos XVII y XVIII y bueno esto es algo que no se decide, no se elige, sino que simplemente es así. El arte es muy variado, hay un abanico inmenso de posibilidades pero no todos las artes nos llegan ni nos dicen lo mismo. Una cosa es la obra de arte y otra es como uno la recibe. Y en mi caso, a pesar de que cronológicamente está lejos del tiempo que me ha tocado vivir, siento muy cercana, extrañamente cercana diría yo, la música de esos períodos.

 

– Comenzaste tu carrera como intérprete de piano, pero finalmente te especializaste en clave ¿cuándo comenzó tu interés por este instrumento?

Esto también tiene su historia, una historia bonita que voy a volver a contar y a la que me refiero siempre en estas entrevistas. Recuerdo perfectamente una tarde saliendo del colegio, tendría unos catorce años….pasando por una tienda que había justo enfrente de la casa de mis padres me di cuenta de que había un instrumento muy curioso que podía ver a través del escaparate, parecía un piano pero era de madera de color verde. Guiada por mi curiosidad entré y sin pensármelo mucho pregunté al dueño si me permitía ver el instrumento e incluso tocarlo. El señor muy amable accedió, incluso me puso una banqueta para poder tocar. Esa fue la primera vez que pude poner las manos sobre un clave y la verdad es que fue una experiencia tan fuerte, me gusto tanto el sonido de ese instrumento, me resultó tan atractivo, tan cautivador, vi que la música de Bach sonaba tan hermosa ahí que dije: “bueno, tengo claro que esto es lo mío” y esa fue la razón por la que decidí acercarme al mundo del clave y de la música barroca. A los pocos años pusieron esta especialidad en el Conservatorio de Zaragoza y pude empezar con José Luis González Uriol la carrera de ese instrumento y posteriormente la de órgano. Fue una experiencia para mí muy viva, muy intensa, cierro los ojos y la puedo imaginar, la puedo recrear con todos los detalles. Esa fue la razón.

 

PilarMontoya-Clavecinista-profesional-YanMag

               «La primera vez que pude poner las manos sobre un clave fue una experiencia tan fuerte, me gusto tanto el sonido de ese instrumento, me resultó tan atractivo, tan cautivador, vi que la música de Bach sonaba tan hermosa ahí que dije: bueno, tengo claro que esto es lo mío»

 

–  ¿Has encontrado dificultades como mujer en una profesión tradicionalmente de hombres como es el clave?
Realmente no es verdad que el clave sea un instrumento considerado para hombres aunque sí es cierto que hay instrumentos más vinculados al hombre que a la mujer tradicionalmente, quizás los de viento metal o instrumentos muy grandes como el contrabajo, pero ahora para nada esto es así. Yo conozco a muchas mujeres contrabajistas o que tocan la tuba, el trombón, la trompeta, etc. y hombres arpistas,  instrumento considerado en épocas pasadas muy “femenino”. Quizás el mundo de la dirección de orquesta aún sigue siendo preponderantemente masculino aunque también esto va cambiando, de hecho ahora hay mujeres que empiezan a tener un nombre muy sólido en el mundo de la dirección orquestal. Si he encontrado dificultades a la hora de ser mujer en el mundo de la dirección orquestal, ufff…no sabría que contestar a esto. Yo creo que en un inicio, cuando como director empiezas a trabajar con una orquesta, con un grupo de músicos que no conoces, pues evidentemente los primeros instantes son muy importantes porque debes transmitir una imagen de autoridad, pero una autoridad no entendida como antes, basada en la  fuerza, sino mucho más sutil y más efectiva en el fondo. La autoridad que un músico de orquesta requiere es aquella que emana de la sabiduría del director. Éste tiene que demostrar que conoce la obra que va a desgranar para la orquesta, que la conoce en profundidad y que hay mucho estudio, mucho análisis detrás, en definitiva, que tiene claras las ideas. Esa es la autoridad del actual director de orquesta y no la anterior. Y eso es independiente de ser hombre o ser mujer.

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                        «La autoridad que un músico de orquesta requiere es aquella que emana de la sabiduría del director. Éste tiene que demostrar que conoce la obra que va a desgranar para la orquesta, que la conoce en profundidad»

 

 

PilarMontoya-Directora-orquesta-entrevista-YanMag

 

– También eres intérprete de órgano ¿tienes preferencia por el repertorio de clave o de órgano?
Para nada, no. Porque incluso hay obras en aquellas épocas que se dedicaban de una manera indistinta tanto a un instrumento como al otro. Se decía “tecla”, “música de tecla” y en la música de tecla estaba incluido el órgano, el clave, el clavicordio o incluso en épocas posteriores el fortepiano con lo cual el repertorio tanto de órgano como de clave en muchas ocasiones era intercambiable, y bueno… yo adoro los dos instrumentos y me siento muy identificada y muy cómoda con ambos. Aunque hay periodos en los que puedo tocar más el clave o el órgano realmente no quiero elegir un instrumento en favor del otro, para mí los dos están a la par y los considero complementarios.

 

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Fotografías: Nacho Vega

 

– Otra de tus facetas es el canto, en el que eres Diplomada. ¿Tener esta formación da una visión más amplia de la música?
Evidentemente sí. Creo que todos los músicos, al margen de que tengan buena voz o no, deben cantar porque el canto primero es salud. Saber colocar la voz cuando uno habla, respirar bien, es saludable y además dice mucho de nosotros mismos. Cuando escuchas la voz de alguien, y pones atención en cómo habla, te está mostrando mucho de cómo esa persona es. Pero al margen de esto si se tiene un buen material vocal, puede ser importante el cultivarlo, el estudiar una técnica y sacarle partido. Durante una época compaginé los estudios de canto con los de instrumento e incluso me planteé dedicarme profesionalmente al canto pero bueno al final, no sé si hice bien o no, me decanté por ser instrumentista. Sin embargo reconozco que me ha venido muy bien, me sigue viniendo muy bien, mi formación vocal porque es una herramienta importante a la hora de impartir aulas a mis alumnos y también cuando trabajo con los músicos en una orquesta o con cantantes ya que conozco el mundo de la voz y como he dicho antes, puedo utilizar ese recurso para hacer mis clases más completas y mis ensayos mucho más efectivos.

 

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«Creo que todos los músicos al margen de que tengan buena voz o no deben cantar (…) dice mucho de nosotros mismos. Cuando escuchas la voz de alguien, y pones atención en cómo habla, te está mostrando mucho de cómo esa persona es»

 

 

?- Te has formado en Basilea en la Schola Cantorum Basiliensis donde recibiste formación especializada en canto, dirección, danza histórica y géstica barroca.? ¿Cómo fue tu experiencia suiza?
¡¡Fue maravillosa!! Lo volvería a hacer, sin lugar a dudas. Esta oportunidad surgió gracias a una beca que me concedió la Diputación Provincial de Zaragoza por la que se me financiaban los estudios allí. Más adelante recibí también otra beca del Gobierno Suizo. Me siento muy afortunada y agradecida por haber recibido estos dos apoyos que me posibilitaron el ampliar estudios durante cuatro años en la Schola Cantorum Basiliensis, uno de los centros más importantes a nivel mundial en cuanto a la música histórica. Recuerdo la primera semana que estuve allí, me encontraba muy perdida porque apenas hablaba alemán , no entendía nada y bueno no conocía tampoco a nadie…fue una aventura al principio un poquito dura pero enseguida me di cuenta de que tenía muchísima suerte al poder trabajar en ese centro con profesores de fama internacional, tener a mi disposición una biblioteca inmensa, una programación completísima de conciertos, cursos especializados, y además también hice amigos magníficos con los que todavía tengo relación. Me atrevería a decir que es una experiencia vital para un artista.  Una vez que un músico acabe sus estudios oficiales debe salir, conocer otros centros, otros profesores, otras técnicas, otras maneras de hacer música, forma parte esencial de su formación profesional y humana.

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«Un músico que acabe sus estudios oficiales debe salir, conocer otros centros, otros profesores, otras técnicas, otras maneras de hacer música, forma parte esencial de su formación profesional y humana.»

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– ¿Cómo abordas la preparación de un concierto siendo solista de clave, interpretando una obra con un grupo de cámara  o dirigiendo una orquesta?
Cada concierto tiene una preparación específica adaptada al tipo de programa aunque también existe un protocolo más o menos estandar. Dedico muchas horas de estudio con el instrumento pero antes hay un trabajo sin él, es decir, me acerco a la obra desde un punto de vista intelectual, analizo la partitura, la imagino sonoramente, la memorizo, me informo del compositor, de la pieza, intento profundizar en lo que hay más allá de los signos escritos en el papel. Y esto es una labor realmente de investigación, de búsqueda apasionante. Una vez que ese trabajo está hecho paso al instrumento y en él lo primero de todo abordo aspectos técnicos, aquellos pasajes que requieren un cuidado técnico mayor. En sesiones posteriores paso a la interpretación entendida  como la transmisión emocional, de “afectos” como diría un barroco. Que la música no se quede únicamente en algo técnico sino que vaya mucho más allá, a transmitir, emocionar, comunicar algo a una audiencia. Y para lograrlo, y esto lo decía Carl Philipp Emanuel Bach, para comunicar ese sentimiento tú tienes que sentirlo primero. Es un trabajo de búsqueda dentro de ti, de ir trabajando en tus emociones, un trabajo como haría un actor, por ejemplo. No puedes transmitir un sentimiento de dolor si no sientes ese dolor cuando tocas y eso a veces no es fácil, por eso decía que es muy parecido a lo que un actor hace cuando trabaja en un personaje. Y con respecto a la preparación de un programa como directora de orquesta, es muy semejante con una dificultad añadida  y es que esas emociones tienes que transmitirlas a un grupo de músicos y que ese grupo te entienda y todos sintamos al unísono, todos vayamos a una, en una misma dirección como una bandada de pájaros. Eso para mí es lo más atrayente y valioso pero en esencia es lo mismo. Resumiendo: análisis, técnica y al final transmisión de emociones.

 

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«No puedes transmitir un sentimiento de dolor si no sientes ese dolor cuando tocas y eso a veces no es fácil, es muy parecido a lo que un actor hace cuando trabaja en un personaje.»

 

– ¿Cómo es la respuesta que recibes de los diferentes públicos a los países a los que acudes a dar conciertos?
Pues yo hasta ahora me he encontrado con públicos muy agradecidos, públicos muy amorosos, simpáticos, cálidos, cercanos, independientemente de la ciudad española o si actuaba fuera de mi país. Es cierto que hay públicos que pudieran ser “más entendidos” pero para mí eso es lo de menos porque hay muchas formas de emocionarse o de disfrutar con la música, muchas maneras de acercarse a  la obra de arte. Entonces para mí, repito, eso es indiferente. Cuando salgo a actuar delante de un público no es sustancial que éste sea entendido o no, sea un público del norte o del sur, de personas mayores o de jóvenes, realmente  me da igual. Yo siempre me doy, me doy al 100% y también intento y eso es importante, conectar con ese público, acercarme, romper la barrera que muchas veces los artistas ponemos entre el escenario y la audiencia, hacer que el acto del concierto sea muchísimo más sencillo, más natural y desde luego que haya ese feed-back, que haya ese intercambio de emociones. Eso es lo que intento.

 

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Fotografia: Nacho Vega

 

«Cuando salgo a actuar delante de un público no es sustancial que éste sea entendido o no, sea un público del norte o del sur, de personas mayores o de jóvenes, realmente  me da igual. Yo siempre me doy, me doy al 100%»

 

– ¿Qué conciertos tienes próximamente en España?
Bueno ahora el próximo concierto que tengo no es en España, sino en Argentina. El día 8 de noviembre voy a dar un concierto en Buenos Aires con un flautista traverso, Javier Gustavo Gelati  y su mujer la chelista Eloisa Donatone. Vamos a hacer en el museo Fernández Blanco, un sitio precioso, un programa con obras de J. S. Bach y su hijo C. P. E. Bach. También en la capital argentina los días 9 y 10 impartiremos un curso en torno a este compositor sobre todo abordando el repertorio de la suite de danzas. Va a ser un curso teórico-práctico y lo vamos a ofrecer en la Universidad del Arte en Buenos Aires. Además en la capital argentina fui invitada por Mirta Soto a participar en su Encuentro Internacional de Directores de Orquesta. En diciembre tendré mi examen final de Dirección de Orquesta por la Royal de Londres (a través de la Escuela de Dirección del Maestro Navarro Lara).  En enero voy a dar un curso de música barroca para pianistas por la Fundación Eutherpe en León dirigida por Margarita Morais. En febrero viajaré a Castelo Branco (Portugal) invitada por Joao Janeiro a ofrecer cursos y también un concierto de clave con obras de un compositor español no muy conocido, Félix Máximo López que trabajó en la corte de Fernando VII. En marzo actúo en Bologna, dando un concierto de clave para la Associazione Clavicembalistica Bolognese. En abril viajo a Oxford para asistir a un congreso de danza histórica y actúo como bailarina con Fernando Espí, guitarrista barroco, en el Festival “Gaspar Sanz” invitada por Raul Viela y en mayo también otro congreso de danza histórica esta vez en Alemania. Para acabar me gustaría citar mis colaboraciones con la Universidad de Salamanca (Matilde Olarte), Universidad Autónoma de Madrid (Begoña Lolo, Germán Labrador y Ana Vega Toscano), Universidad Complutense (Enrique Oromendía) y el Centro de Estudios Musicales “Musicay” (María y Enrique Blanco).

 

– Como vemos tu agenda está plagada de actividades diferentes: conciertos como intérprete de clave y de órgano, directora, conferencias,…? ¿cómo abordas un día normal de trabajo al abarcar tantas facetas diferentes?
Pues como una jornada tiene pocas horas, evidentemente no puedo abarcar todas esas facetas en el mismo día. Entonces trabajo mucho por agenda inmediata. Cuando tengo una actuación cercana como clavecinista, mi intención va al instrumento. Termino esa actuación y lo próximo que tengo es de danza o de dirección de orquesta, pues hago exactamente lo mismo, es decir, me concentro en una sola faceta, en la faceta cuya actuación tengo a continuación. De otra manera sería absolutamente imposible. Y aun así a veces no puedes evitar que se solapen proyectos pero fundamentalmente mi manera de trabajo es ésa. Además procuro que en el fin de semana haya un hueco para el ocio, para un ocio constructivo, rico, algo muy importante. Por ejemplo, dar un paseo por un jardín en buena compañía, ir a ver una película, disfrutar de una comida… creo que todas estas cosas redundan mucho en el estado anímico, en el bienestar psicológico de una persona y sobre todo para un artista es importante porque en general somos personas bastante desequilibradas, muy obsesionadas con “nuestro mundo” y se necesita de estos momentos para evitar que al final la música sea nuestro mayor enemigo. Por desgracia conozco casos de existencias muy complicadas y eso, al final tarde o temprano, pasa factura. Por ello veo fundamental ese equilibrio entre la profesión y las aficiones. Me parece importantísimo que dediquemos un tiempo a nuestra vida personal, a nutrirla de cosas bellas y buenas.

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«Me parece importantísimo que dediquemos un tiempo a nuestra vida personal, a nutrirla de cosas bellas y buenas.»

 

– ¿En España se premia ser una profesional multidisciplinar?
Ahora empieza a no estar tan mal visto. Recuerdo que cuando era niña en España, y en el mundo en general pero fundamentalmente en nuestro país, lo que se buscaba era un tipo de profesional muy concreto, muy especializado. Pero de un tiempo a esta parte esto está cambiando y de hecho se da cada vez más la doble licenciatura, una persona que también hable varios idiomas, capaz de dar varios perfiles profesionales y esto me parece importante porque volvemos a no ser esclavos del “unifacetismo”. Desde luego tiene que haber una buena reparación en las distintas áreas  para dar el nivel adecuado y eso no es fácil pero bueno… es lo que la sociedad ahora demanda. Cada vez es más habitual en el mercado laboral musical encontrarte a jóvenes con dobles, a veces hasta triples titulaciones y uno o varios Master. Por otra parte te das cuenta de que hay instrumentos muy cercanos como el clave y el órgano así que tener los dos títulos es algo absolutamente normal o por ejemplo ser musicólogo y músico práctico al  mismo tiempo y podría poner más ejemplos. Por tanto el polifacetismo va tomando cada vez más fuerza en nuestro país. El panorama ha cambiado radicalmente con respecto a los últimos años.

 

Pilar Montoya para YanMag
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        «El polifacetismo va tomando cada vez más fuerza en nuestro país.  El panorama ha cambiado radicalmente con respecto a los últimos años»

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 ??- También eres intérprete de danza histórica y has trabajado con prestigiosas compañías profesionales de danza «Corpo Barocco» y «Esquivel» dirigidas por S. T’Hooft y Mª José Ruiz respectivamente. ¿Cómo fue tu experiencia con estas compañías?
Fueron experiencias muy buenas. Conocí a Sigrid T’Hooft en Bélgica. Durante un tiempo iba habitualmente allí a trabajar con su grupo y a formarme porque para mí eran realmente clases magistrales. Además recuerdo a Sigrid como una mujer muy cariñosa, muy simpática, abierta, muy activa con muchísima energía, nos reíamos mucho en las clases… después de las sesiones agotadoras recuerdo que Johann, uno de los bailarines, decía con frecuencia: “Oh, my poor feet”, (risas). También recuerdo con nostalgia a la Compañía Esquivel. María José me mostró el mundo de la danza barroca española. Estuve asistiendo con regularidad a Madrid y ensayaba con el grupo e incluso tuve un par de actuaciones muy bonitas. Destacaría sobre todo la que ofrecimos en el Monasterio de El Escorial, de noche con antorchas, con  mucho público. Recuerdo esa actuación como una de las más especiales que yo haya podido vivir por el entorno tan fantástico que es el Patio de Carruajes de ese Monasterio.

 

– Te has embarcado en la dirección de tu propia compañía de danza antigua, Los Comediantes del Arte, ¿qué acogida está teniendo este proyecto?
Esta teniendo buena acogida a pesar de que debido a la crisis es difícil mover un grupo de estas características. Últimamente ofrecemos espectáculos de pequeño formato mucho más económicos y más fácilmente programables. El grupo de danza histórica fue una “locura” mía y surgió  en la servilleta de un bar (risas). Estaba en un bar pensando sola y me pregunté: “Bueno, ¿y por qué no hago esto?” Y empecé a diseñar en una servilleta de papel un esbozo del primer espectáculo que ofrecí con el grupo titulado Amor y desamor que estrenamos en Zaragoza en el año 2002. Después de éste vinieron cinco proyectos más. Tenemos un vestuario precioso, muy cuidado y al público la verdad es que le gusta mucho este tipo de programas en donde no solo se ofrece la música sino también la danza, el teatro, la poesía…En la actualidad sobre todo se demanda un espectáculo integral en el que se fusionen diferentes artes poniendo más énfasis en el aspecto visual. Yo creo que ya hemos trascendido la idea de concierto clásico, en el que salen unos músicos vestidos de negro, que dan un programa a un público, que no hablan, que no interaccionan con los asistentes, que reciben unos aplausos y se van. Bueno pues creo que este tipo de recital ya está en desuso y se impone replantear el formato de concierto que hasta ahora conocemos.

 

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                «En la actualidad sobre todo se demanda un espectáculo integral en el que se fusionen diferentes artes poniendo más énfasis en el aspecto visual»

 

– Fuiste Directora Artística de la Orquesta Barroca del Conservatorio Superior de Salamanca ¿qué funciones desempeñaste en este cargo?
Trabajé en la orquesta desde el año 1999 hasta el 2013. En este proyecto que creé con mucha ilusión y esfuerzo desempeñé, además de la Dirección Musical, la funciones de Directora Artística que consisten fundamentalmente en elegir el repertorio, coordinar los diferentes conciertos, establecer contacto con las instituciones, organizar los ensayos, el plan de trabajo, etc. Fueron años llenos de experiencias muy positivas que recuerdo con especial cariño. Lo que me llevó a impulsar este proyecto es tener la certeza de que debía existir porque los alumnos de un conservatorio superior han de tener la oportunidad de tocar en orquesta repertorio histórico de los siglos XVII y XVIII como tutti y como solista. Además todos aprendimos mucho y no solamente aspectos musicales sino también la dinámica de trabajo en equipo y esto es muy formativo para un músico. Querría agradecer la labor magnífica y el excelente trabajo en común que compartí en los diferentes encuentros de la orquesta con los profesores Arancha Montoya, Isabel Serrano y Antoine Ladrette, piezas claves en el desarrollo de este proyecto.

 

– Dentro de la docencia, eres Catedrática de clave, ¿cómo es la relación con tus alumnos?
Es maravillosa, estupenda, yo adoro a mis alumnos. Como te puedes imaginar he tenido muchos desde el año 1996 hasta ahora e incluso sigo manteniendo relación con muchos de mis ex alumnos que se acuerdan de mí, que me felicitan en mi cumpleaños o en mi santo. Cuando vienen a Salamanca o coincidimos en otros sitios, se acercan y me recuerdan con afecto, con mucha gratitud y eso para un profesor como puedes imaginar, es lo máximo. Yo realmente no considero que la profesión de maestro de música sea inferior a la de concertista. Creo que es igual de difícil dar un concierto que dar una clase. Impartir una buena clase para mí es una obra de arte y yo me esfuerzo cada día en mejorar como músico pero también como profesora. Con mis virtudes y defectos los alumnos perciben que me esfuerzo para que salgan bien preparados al final de sus estudios, que sean cuanto antes autónomos, que cada vez me necesiten menos y se conviertan en grandes profesionales como muchos de ellos ya lo son.

 

Pilar Montoya para YanMag
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                            «Realmente no considero que la profesión de maestro de música sea inferior a la de concertista. Creo que es igual de difícil dar un concierto que dar una clase. Impartir una buena clase para mí es una obra de arte»

 

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– ¿Se conoce lo suficiente nuestro patrimonio en música antigua? ¿Qué percepción tiene de ella el público no especializado?
Se conoce poquísimo, ¿verdad? Hay mucho por conocer y hacer. Primero, ¿qué es música antigua? Pues es un concepto bastante ambiguo y quizás no muy afortunado. Creo que actualmente podemos observar que hay músicos contemporáneos que componen música que se hacía ya en el siglo XVII por ejemplo y viceversa, en el siglo XVII había músicos muy modernos para su época, músicos que trascendían a su tiempo, músicos vanguardistas. Entonces el concepto de lo antiguo y de lo moderno es bastante complicado porque no tiene nada que ver con un orden cronológico. Pero en todo caso puedo decir que estos repertorios de los siglos XVI, XVII, XVIII, incluso XIX o XX,  todo lo que no es música actual, son músicas en general muy desconocidas. Hay algunos compositores, pocos, que son más famosos y de ésos algunas de sus obras logran ser populares. ¿Cuál es la labor de un intérprete, de un musicólogo o de alguien que se dedique a divulgar la música? ¿Cuál es una de las funciones, creo yo, más necesarias? Pues la  difusión, dar a conocer sobre todo obras y compositores inéditos. Y hablando de patrimonio español, hay muchísimo repertorio en absoluto conocido, de primer orden, muy interesante y valioso. Me consta que ya hay personas desempeñando esa labor de recuperación. Yo he hecho un poquito al respecto, me gusta a veces transcribir alguna obra que encuentro en algún archivo para luego interpretarla. Es emocionante ir primero a ese archivo, encontrar manuscritos en general muy bien conservados, que parecen que se escribieron ayer y pasarlos a la notación moderna, tocarlos en el teclado, escucharlos y luego interpretarlos en publico y en fin, ver como esa obra que estaba allí dormida durante tantos años ha hecho ese viaje desde el archivo lleno de polvo pasando por la mesa de trabajo para llegar finalmente hasta la sala de concierto. Y hay que hacer mucho en este sentido porque existe gran cantidad de músicas y danzas no conocidas, esperando a que alguien las estudie y las interprete.

 

 

– ¿Eres partidaria de hibridar estilos musicales?
Absolutamente sí. Cuando era joven esto me costaba más, era más purista – si me permites la expresión – pero bueno, en mi evolución como artista estoy viendo que cada vez me resulta más fascinante y me produce menos problema el atreverme a mezclar lenguajes. Y ahora estoy al inicio de esa etapa pero puedo decirte que en breve ofertaré un programa con algún amigo, colega o compañero en el que se pueda ver esa mezcla de estilos porque además el repertorio que yo hago funciona muy bien mezclándolo con lenguajes como el jazz, el flamenco, la música y danza de otras culturas  o la música y danza tradicional o contemporánea. Al haberme quitado ese prejuicio seguramente en breve daré el paso. Por supuesto estoy totalmente de acuerdo si se hace con rigor, con un estudio serio detrás y además es algo que siempre se ha hecho. Los creadores de cualquier época experimentando, siendo en cierto modo audaces y no imponiéndose fronteras posibilitaron el desarrollo del arte.

 

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              «Los creadores de cualquier época experimentando, siendo en cierto modo audaces y no imponiéndose fronteras posibilitaron el desarrollo del arte.»

 

– ¿Qué proyectos profesionales te gustaría realizar en el futuro?
Bueno yo soy una persona que sueña mucho, siempre digo que soñar es gratis y la verdad es que tengo muchos sueños no sé si alcanzables o no pero ahí están. Por ejemplo me encantaría dirigir las sinfonías de Beethoven o dirigir obras de gran envergadura como una pasión de Bach o un oratorio de Händel o alguna ópera, aunque esto ya lo he hecho en alguna ocasión pero me gustaría seguir por esa línea cuando mi carrera como directora se afiance. ¿Qué me gustaría también? pues algo que ojalá pueda hacerlo en un momento determinado y es crear una Fundación para apoyar a chicos y chicas que no tengan recursos y que a través de la misma puedan estudiar música y formarse como artistas. Donaría mis instrumentos, los trajes de danza, mis libros y partituras…sería como aportar mi pequeño grano de arena para que las jóvenes generaciones puedan disfrutar de todo lo que yo tuve. Es un sueño bonito y creo que realizable, pero bueno tengo muchos más…no sé, me cuesta mucho hasta enunciarlos, son tantos que no sabría cuál escoger.

 

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                 «Me gustaría crear una Fundación para apoyar a chicos y chicas que no tengan recursos y que a través de la misma puedan estudiar música y formarse como artistas. Donaría mis instrumentos, los trajes de danza, mis libros y partituras…sería como aportar mi pequeño grano de arena para que las jóvenes generaciones puedan disfrutar de todo lo que yo tuve.»

 

– Fuera de la música, ¿cuáles son tus pasiones?
Muchas también. Ir a una exposición,  gozar de una buena película o una obra de teatro, leer un libro, pasear por un precioso parque en buena compañía, conversar, disfrutar de una buena comida, viajar…muchas pasiones, muchos hobbies que me nutren como persona y que son para mí esenciales.

 

– Un deseo que te gustaría se hiciera realidad.
Ummm, ¡¡¡qué difícil!!!, no sé qué contestar aquí…(risas), pero ¿a  qué nivel? ¿profesional o personal?

 

– Ambos, como bien dices, soñar es gratis

A nivel profesional ver que la música y el arte en nuestro país, en concreto la música antigua, se equipare al resto de Europa. Que vaya desapareciendo este desfase que todavía sufrimos, y que yo pueda ver ese proceso aunque sea al final de mi carrera. También que las personas con talento puedan desarrollar sus cualidades y no estén obligados a irse al extranjero, que reciban el apoyo necesario. Que el arte no se piense como algo superfluo, inútil, que se perciba como algo natural y esencial para nuestra formación y para contribuir a nuestra felicidad. Y a nivel personal tener salud y energía para poder seguir evolucionando como artista y como ser humano.

 

– Muchas gracias por contarnos tu trayectoria profesional y tus inquietudes, es un placer tenerte en YanMag.

Muchas gracias por tu entrevista, muy bonita, y por esas fotos tan maravillosas que me has hecho. Te deseo mucha felicidad en tu vida, suerte y éxitos en tu profesión. Un beso muy
fuerte para ti y para todo el equipo de YanMag ¡¡Hasta siempre!!

 

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«Deseo que las personas con talento puedan desarrollar sus cualidades y no estén obligados a irse al extranjero, que reciban el apoyo necesario. Que el arte no se piense como algo superfluo, inútil, que se perciba como algo natural y esencial para nuestra formación y para contribuir a nuestra felicidad»

 

 

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